Talleres

TALLERES DE POESIA

Edición verano 2025

Osvaldo Bossi

Días y horarios:

Lunes, miércoles o jueves de 19 a 21hs

Sábados de 11 a 13hs

TALLERES DE POESIA

Algunas herramientas de trabajo

 No me gusta desalentar a nadie. Al contrario, me agarro de esa palabra, de ese pequeño brillo que, en una de esas, necesita tiempo y trabajo y tantas cosas más –que nadie, ni el autor mismo, sabe– para dar fuerza y forma a una escritura. Muchas veces, lo que parece una equivocación, es la piedra de toque, así que trato de ser cuidadoso. Dejo hacer, dejo errar y comparto, con mucha alegría, esa errancia. No creo en los manuales, mucho menos en los manuales de poesía. Cada poeta tiene su propia manera de romper las reglas, y a mí me encanta eso. Desobediencia y trabajo e improvisación. Acompañar a alguien en su búsqueda poética es algo más que señalar un adjetivo o quitar una coma. Es trasmitir, acaso, el propio amor por la poesía, por el lenguaje de la poesía, y sus infinitas posibilidades. Cero sadismo. Mucho cariño y respeto por el trabajo del otro, que es mi propio trabajo también. Lo siento, pero de mis talleres nadie sale llorando. Me entero que en otros talleres esto ocurre y es señalado, algunas veces, como una virtud. Honestidad brutal, lo llaman. Yo creo, por el contrario, en la honestidad amorosa. Para brutal, ¿no es cierto?, ya tenemos al mundo.

 

Osvaldo Bossi

Requisitos para entrar a mis talleres de poesía

 

Como no es una carrera universitaria, no se necesitan estudios previos. Si se leyó alguna o mucha poesía, mejor. Si se leyeron otros libros, también. Pero esta información no alcanza. La erudición, llegado el momento de escribir poesía, puede ser un obstáculo. En todo caso, lo bueno sería saber qué libros se leyeron y se olvidaron, y en ese sentido, con sólo leer algún fragmento uno se da cuenta. Así que hago eso: leo un par de versos y de esta forma me aproximo. Apenas un poco, nada más. Sabiendo, de antemano, que tampoco esta prueba de lectura clausura nada. Lo que sí pregunto es si el joven o la joven aspirante hizo alguna vez taller, ya que el trabajo de taller se parece mucho a un mecanismo de relojería y es importante conocer sus reglas. Después, creo que nada más. Me gusta confiar en el otro, y sobre todo, en lo que ignoro, que sobrepasa cualquier conocimiento previo. Después de todo, un coordinador de taller, aunque fuera él también un poeta -llegado a esta circunstancia- es nada más que un puente, y no la medida de todas las cosas. El resto es buena predisposición, y sentido del humor para entender las cosas dulces y amargas de la vida. No les pregunto si leyeron a Vallejo o a los románticos alemanes. Generalmente son muy jóvenes, y si algo tienen (de sobra) es tiempo. Tiempo que, si soy buen maestro, los alentaré para que pierdan, o que ganen, leyendo a Vallejo o como quieran. Y jamás estudiar. La poesía no se estudia. Se lee, se escribe, y si se tiene suerte, se la vive también. A grandes tragos o en pequeños relámpagos.

 

Osvaldo Bossi

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