Un tonto deseo de amor – 2021

Disección de Osvaldo Bossi:

Arranca con un círculo su nombre, un ojo grande para verte mejor, un anillo, un ojal, un alfajor, un ojalá que salga el sol para invitarte a jugar al cíclope en la siesta. Con O de ombligo empieza Osvaldo, y en O también termina su rodado. Dos ojos en la cara de su nombre, dos ruedas que lo llevan a admirar los movimientos lentos de la vida, y el aleteo tenue con que el tiempo se posa en todo lo que late y lo hace temblar. Deseo y goce del amor donde el poema pone el dedo y donde resplandece el don de la palabra. Donde descubre el cuerpo los dominios del silencio, y se dispone trilce al mordisco del decir, donde se ofrece trémulo al amor, el despertar de la esperanza.

Dos platos repletos de música, Osvaldo, dos discos que dan su luz a las cosquillas del diamante, dos monedas radiantes, dos soles para una sola luna, la de unir en lo oscuro palabritas que curan. Osvaldo, con los ojos de su nombre, mira algo y lo mejora. Se fija en los detalles y los hace estallar, los dilata dulcemente hasta entonar el canto tenue del cariño. Osvaldo un niño de ojos claros como el candor de su escritura.

Un tonto deseo de amor lo lleva, y un rayo verde cae en su apellido, y lo divide en dos. Es marca luminosa del destino»Bos/sí -le dice una voz misteriosa- Bos sí naciste para la poesía, para asir con palabras lo que se va y celebrar la vida que nos queda.»

                                                                                                                                                                                                Tony Zalazar